El Éxito de la Convivencia en una Propiedad Horizontal
Más allá de conocer la norma, decretos y reglamentos que rigen a la Propiedad Horizontal, es posible lograr una sana convivencia, partiendo de principios fundamentales como la tolerancia y el respeto.
Sin embargo, promover este tipo de conductas no es responsabilidad exclusiva de la administración de la copropiedad, y compete a todos sus habitantes desarrollar habilidades que permitan prevenir y resolver conflictos de forma acertada.
A continuación detallamos algunas prácticas, que de seguro ayudaran a mejorar las relaciones en el entorno de su comunidad:
La cordialidad
En su sentido más literal se refiere a una actitud amable, que facilita las buenas relaciones entre dos o más personas, por lo que se traduce como un factor esencial en el trato entre vecinos.
Establecer acuerdos
Si bien es difícil coincidir al 100% con los gustos de nuestros vecinos, siempre es factible construir acuerdos que permitan el libre desarrollo de nuestras aficiones y pasatiempos, cuando estos generan afectaciones como el exceso ruido.
El compromiso
Tomar conciencia de la importancia que tiene nuestro roll con respecto a la colectividad, es fundamental para asegurar que nuestros comportamientos apunten al objetivo general de lograr un bien común.
Promover conductas positivas en nuestros hijos
Crear buenos hábitos y costumbres en los más pequeños, a través del ejemplo que les brindamos, es sin duda la mejor práctica de convivencia que podemos desarrollar, pensando en su propio futuro.