Mudarse con el Nuevo Año

Mudarse con el Nuevo Año

Al igual que los primeros meses del año, octubre y noviembre se presentan para muchas personas como el momento ideal para mudarse de casa o apartamento, obedeciendo a un sin número de razones diferentes que van desde un cambio de empleo, el colegio de los más pequeños, la universidad, porque creció la familia, los que se independizan, la nueva mascota, o simplemente porque se quiere respirar un aire diferente, renovar las energías e iniciar una nueva etapa en la vida.

Sin importar cuál sea el caso, un cambio de residencia –especialmente al comienzo del año– trae consigo la oportunidad casi única, de observar con mirada crítica a cada uno de los elementos, muebles y enseres que conforman nuestro hogar, para decidir si definitivamente les estamos dando uso y si los necesitamos o queremos conservar, o si por el contrario ha llegado el momento de despedirnos de ellos, ya sea para reemplazarlos por otros más cómodos, estéticos o modernos y que se ajusten mejor a nuestros gustos y necesidades o porque definitivamente consideramos que ya culminaron su ciclo con nosotros, aunque se conserven en buen estado.

Este es el momento apropiado, por ejemplo, para deshacernos de aquellos libros que nunca leeremos y que han permanecido demasiado tiempo acumulados en nuestra biblioteca, y de los juguetes que hace años dejaron de entretener a nuestros hijos, así como también para evaluar si queremos llevar a la nueva residencia todos los cuadros, muebles y repisas que tenemos en la actualidad, o aquella herramienta que ni siquiera sabemos cómo utilizar, o si realmente practicamos las rutinas de ejercicio en la bicicleta estática y con los otros elementos deportivos que tenemos en alguna habitación, y por su puesto para despedirnos de la ropa, calzado y accesorios que ya no usamos (y que ni siquiera nos queda bien), pero que por algún motivo insólito permanecen rezagados en nuestros clósets y armarios.

Para que esta noble y difícil tarea quede realmente completa y no de cabida a futuros arrepentimientos, recuerda involucrar a todos los miembros de la familia, incluyendo a los más pequeños, de modo que ellos también puedan tomar decisiones propias frente a sus pertenencias, convirtiendo esta actividad en un espacio de acuerdos e integración familiar, asegurando de esta manera que el resultado será satisfactorio para todos y que realmente la misión quedará cumplida.

Aunque en principio pueda parecer difícil desprenderse de aquellos objetos que en realidad no necesitamos, debido a los muchos apegos que solemos crear por las cosas materiales, vas a ver como al final esta labor termina produciendo un efecto relajante con sabor a frescura y renovación, que puede ser aún más gratificante si la complementas haciendo donaciones en bibliotecas, colegios y demás organizaciones que prestan servicios a la comunidad.

Cuando llegues a tu nueva casa o apartamento, de seguro veras como te recompensa por la oportunidad que le brindas de tener espacios mejor aprovechados; te convencerás de que valió la pena, te agradecerás por el esfuerzo realizado y te llenaras de una agradable sensación de orden, armonía y control de tu vida, que a su vez te dará un impulso mayor para concentrar tus energías, en la conquista de los retos y propósitos que te estás planteando para el nuevo año.

Recuerda que pocas cosas son tan refrescantes y transmiten tan intensamente el sentimiento de estarse renovando, como el mudarse a una nueva residencia, ya que nos invita a cambiar todas aquellas pequeñas rutinas que repetimos de manera sistemática desde el instante mismo en que nos levantamos por las mañanas, cuando tomamos una ducha, en el comedor durante el desayuno o la cena, cuando miramos la Tv e incluso en el sencillo ritual que acostumbramos realizar a la hora de irnos a dormir.

Tal vez por esto hay quienes llegan a comparar a la mudanza con el efecto reconfortante de viajar y aconsejan cambiar de residencia especialmente a las personas que han iniciado el proceso de dejar a un lado algunos hábitos como el del cigarrillo, insistiendo además en que debemos realizar por lo menos un buen viaje al año y argumentando que el ideal es mudarnos a una nueva vivienda como mínimo cada cinco años.

Lo cierto es que depende en gran medida de nosotros mismos, hacer de la mudanza una experiencia totalmente positiva. Y para iniciar el proceso de forma acertada, lo primero es encontrar la propiedad que mejor se acomode a tus necesidades y expectativas, por lo que te invitamos a contactarnos en Mattis Inmobiliaria, donde te presentaremos nuestra oferta de propiedades y te brindaremos la mejor asesoría inmobiliaria.


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